Aquí estamos de nuevo para hablar una vez más de nuestras laboriosas amigas...
Esta foto de la derecha es una de las muchas que ha sacado Andréi Pávlov, más conocido como "El Rey Hormiga", un antiguo explorador polar que se ha dedicado durante años a sacar fotos a hormigas en estas curiosas posiciones. Si queréis ver más fotos curiosas, podéis buscarlas aquí.
Quizá hayáis notado estos días que hay mucho más "hormigueo" que el habitual. A mí ya me han aparecido unas cuantos ejemplares por la cocina y por el baño, forrajeando.
Os preguntareis a qué es debido que en invierno apenas se las ve y en primavera, en cuanto calienta un poco, ahí están. Esto es debido a la relación tan estrecha que tienen estos animales con la temperatura. De hecho, gracias a su organización son capaces de controlar la temperatura de su hormiguero.
Con la excepción de una especie australiana, la Nothomyrmecia Macrops (de la que otro día hablaremos con más detalle), y de algunas otras pocas especies de regiones templadas frías, las hormigas no acaban de funcionar bien por debajo de 20ºC y no funcionan en absoluto por debajo de 10ºC.
En la tundra, por ejemplo, sólo viven muy pocas especies adaptadas al frío y no existe ninguna especie nativa en Islandia, Groenlandia o las islas Malvinas. En los trópicos, por encima de los 2.500 metros tampoco encontrarás ninguna. En cambio, en los lugares cálidos y secos, como en el Sahara, el desierto del Mojave o el centro de Australia, ahí están.
En zonas frías, las hormigas buscan el calor para criar a sus larvas. Por eso, las colonias suelen situarse bajo piedras (las piedras, sobre todo las planas, y a poca profundidad, regulan bien la temperatura. Se calientan enseguida y hacen que el suelo debajo de ellas y cercano esté un poco más caliente que el de alrededor). También les gustan por el mismo motivo las baldosas de las aceras y las grietas entre ellas. Otro lugar calentito donde podrás encontrar colonias es en los espacios bajo la corteza de los tocones y en los troncos en putrefacción.
En los trópicos en cambio, como hay calor de sobra, las hormigas "pasan" de las piedras y se instalan en pequeños trozos de madera que se pudre por el suelo o anidan en arbustos, árboles, troncos que se pudren.
La estructura de los hormigueros la realizan de modo que puedan trasladar las larvas de un sitio a otro donde estas se encuentren a mejor temperatura, entre 25º a 35ºC. El calor que acumulan al pasear por el exterior sirve también para incorporarlo al hormiguero cuando este no está aún suficientemente caliente.
En invierno, cuando hace frío, se refugian en las zonas más caliente.
(Sí, ya sé que la explicación es muy simple, prometo otro día extenderme sobre los hormigueros)
En los desiertos, si las hormigas permanecen en superficie varias horas también pueden morir. Por encima de 50ºC en superficie, una hormiga muere en minutos o incluso segundos. Para evitarlo, construyen hormigueros profundos donde no se rebasan los 30ºC.
Como veis, nuestras amigas han aprendido a adaptarse en la mayoría de los sitios y la temperatura no es un problema para ellas. De hecho, su mayor problema suele ser controlar la humedad.
Y ya para terminar os dejo con mis Dibujos favoritos en un episodio en el que la temperatura tiene mucho que ver.
Vaya, que pena, se me ha olvidado hablar de los delfines...